Democracia

La democracia significa que no “soy tan bueno como eres,” pero “eres tan bueno como soy.”
Reinhold Niebuhr


Revolucion

La revolución no se hace, sino que se organiza. Lenin

viernes, 21 de mayo de 2010

Que Es Socialdemocracia


¿QUÉ ES LA SOCIALDEMOCRACIA?

Socialdemocracia: definición y origen

La socialdemocracia es una doctrina y movimiento político de tendencia

socialista surgida en Europa a finales del siglo XIX y principios del siglo XX,

que si bien tiene su raíz en el marxismo clásico, se presenta como una

propuesta teórica y práctica moderada.

Es decir, que para los socialdemócratas la transición de la sociedad capitalista

al socialismo se pretende a través de medios pacíficos -reformas graduales

dentro del sistema- y no de medidas violentas como la revolución con miras a

destruir el capitalismo como modo de producción.

En este sentido, el modelo socialdemócrata se deslinda de las tesis y acciones

ortodoxas del marxismo, desde la interpretación materialista de la historia, la

lucha de clases y la dictadura del proletariado hasta la teoría de la extinción del

Estado.

De esta manera, la socialdemocracia, encabezada inicialmente por partidos

políticos obreros, participa en el juego de poder de la democracia liberal. Así, el

parlamentarismo y el electoralismo se presentan como los campos de batalla de

este movimiento.

La cuna de la socialdemocracia se encuentra en Europa Central, donde

Alemania destaca como país pionero en la promoción de esta ideología. El

Partido Obrero Socialdemócrata Alemán (1869) fue el primer partido de esta

tendencia. No obstante, también figuran partidos políticos socialdemócratas

surgidos a finales del siglo XIX en países del Este y Norte de Europa. Tales son

los casos de Dinamarca (1878), Bélgica (1885), Noruega (1887), Austria (1889),

Suecia (1889), Hungría (1890), Polonia (1892), Bulgaria (1893), Rumania

(1893), Holanda (1894) y Rusia (1898).

Desde sus orígenes, el movimiento socialdemócrata se ha caracterizado

fundamentalmente por su capacidad de transformación y voluntad de

adecuarse a las exigencias de la realidad histórica que se vive en el momento.

Así, la socialdemocracia se ha modificado a través del tiempo en respuesta a

determinados paradigmas, reconfigurando su propia naturaleza.

PARADIGMA ESTABLECIDO RESPUESTA A

Marxismo clásico(1848-1916) Socialdemocracia originaria (1869-

1945)

Liberalismo (1900-1930) Socialdemocracia clásica (1945-1973)

Neoliberalismo (1979-1998) Socialdemocracia renovada (1998-

2005)

A pesar de esta tendencia transformadora, puede afirmarse que la esencia de

esta doctrina se ha mantenido durante toda su evolución: la búsqueda de los

medios necesarios para alcanzar las mayores cuotas de libertad, igualdad y

bienestar entre los miembros de una sociedad.

Asimismo, existen valores que también han permanecido como rasgos

característicos del paradigma socialdemócrata. Tal es el caso de la justicia

social, la solidaridad, la responsabilidad, el humanismo y el progresismo.

La socialdemocracia originaria (1869-1945)

A diferencia de la consigna marxista de destruir al Estado para establecer una

sociedad sin clases, el planteamiento socialdemócrata sostiene, en un primer

momento, que la instauración del socialismo debe realizarse a través de la

utilización del Estado. Se acepta que la emancipación de la clase trabajadora

puede lograrse dentro de la misma sociedad capitalista.

En otras palabras, se trata de impulsar el mayor número de reformas sociales

posible a favor de los más débiles dentro del mismo Estado. Ello con miras a

construir un Estado social y democrático que garantice los derechos y el

bienestar de la mayoría sin necesidad de abolirlo. Tal y como lo planteó en

1899 el alemán Eduard Bernstein –uno de los grandes fundadores de la

socialdemocracia y padre del revisionismo:

Desde el punto de vista político nos damos cuenta de que los privilegios

de la burguesía capitalista, en todos los países avanzados, dan paso poco

a poco a las instituciones democráticas... La legislación de la fábrica, la

democratización de las administraciones comunales y la extensión de su

competencia, la liberación de los sindicatos y de las cooperativas de todas

las trabas legales, la consulta permanente de las organizaciones obreras

por parte de las autoridades públicas en las contrataciones laborales

caracterizan el nivel actual del desarrollo...A medida que las instituciones

políticas de las naciones modernas se democratizan, se reducen la

necesidad y las oportunidades de grandes catástrofes políticas.1

En términos económicos, los socialdemócratas aceptan el sistema de economía

de mercado, aunque también reconocen que éste presenta deficiencias al

asignar los recursos. Por lo tanto, promueven la intervención de la autoridad

pública para establecer equilibrios y garantizar la libertad económica.

Así, desde su nacimiento la socialdemocracia fue identificada con el

reformismo. Para sus críticos –los marxistas ortodoxos- más que la búsqueda

de la emancipación de la humanidad a través de reformas políticas y sociales,

1 Eduard Bernstein, Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia. Problemas

del socialismo. El revisionismo en la socialdemocracia, 1ª edición en español, Siglo XXI, México,

1982, p. 96.

se trataba de una traición a la utopía socialista, una claudicación al ideal

revolucionario, al elegir el camino de la democracia liberal y al aceptar el

capitalismo como sistema económico.

En cambio para los socialdemócratas originarios, la elección de la lucha

democrática para lograr el mejoramiento de la condición de vida de los

trabajadores dentro de la sociedad capitalista, se trataba de una opción viable

que simplemente utilizaría otros métodos, pero que mantenía como meta la

instauración del socialismo.

En este sentido, en su versión originaria la socialdemocracia se define como un

partido político reformista, socialista y democrático que lucha por el progreso

social y la conquista de la democracia con la finalidad de impulsar el desarrollo

de la sociedad hacia el socialismo.2

Cabe destacar que a pesar de que en esta primera etapa la clase obrera,

condensada en un partido político monoclasista, se mantuvo como el sujeto de

cambio primordial, ya se reconocía le necesidad de transformar aquel partido

de clase en un partido del pueblo.

Política de clase obrera no significa aquí un antagonismo absoluto con los

intereses de las otras clases, pero significa libertad de los intereses

particulares y específicos de las otras clases...Así, se puede convertir en

un ‘partido del pueblo’ sólo en el sentido y en la medida en que los

obreros mismos se conviertan en el elemento determinante en el pueblo,

alrededor del cual se agrupen otras capas sociales como pertenecientes

esencialmente a él.3

2Ibidem., pp. 255-256.

3Ibidem., p. 317.

MARXISMO CLÁSICO SOCIALDEMOCRACIA

ORIGINARIA

META Instauración del socialismo Instauración del socialismo

CONSIGNA Destruir el Estado Utilizar el Estado

ESTRATEGIA Revolución Reformas

ACTOR Partido monoclasista Partido policlasista

TIPO DE ESTADO Sociedad sin clases Estado democrático

La tarea fundamental del movimiento socialdemócrata es en este periodo

organizar políticamente a la clase trabajadora para luchar por la ampliación de

sus derechos políticos y sociales para, una vez organizada, formarla para la

democracia.

En suma, la socialdemocracia originaria destaca por su gran vocación

democrática y de transformación fundamentada en un rico debate teórico que

permitió proponer estrategias ad hoc a los acontecimientos que se suscitaban

en aquella época, a la par de que mantuvo viva la utopía socialista.

La socialdemocracia se propone ante todo elevar continuamente al

trabajador de la condición de proletario a la de ciudadano y generalizar el

sistema civil o la condición de ciudadano. No trata de sustituir la

sociedad civil por una sociedad proletaria, sino el orden social capitalista

por un orden social socialista.4

La socialdemocracia clásica (1945-1973)

Hasta finales de los años cincuenta del siglo XX, la socialdemocracia en general

siguió basando sus acciones en tesis marxistas. Incluso mantuvo la meta de

establecer una sociedad sin clases. Sin embargo, las circunstancias históricas

la obligaron a dar un viraje ideológico radical.

En 1959, año en el que se celebró el Congreso del Partido Socialdemócrata

Alemán (SPD) en Bad Godesberg, se reconoció la obsolescencia del marxismo

frente a los retos que implicaba sobrevivir en una situación de posguerra y

frente a la posibilidad de llegar al gobierno.

Finalmente, la socialdemocracia, en esta segundo periodo, se consolidó como

una de las principales fuerzas políticas leal al sistema capitalista, teniendo su

mayor periodo de auge entre los años 1945 y 1973.

Ya no se trataba de alcanzar aquella sociedad sin clases; ahora se pretendía

humanizar el capitalismo y reformar el Estado. Una vez más la

socialdemocracia adoptaba una estrategia pragmática y realista que se

adaptaba a las nuevas circunstancias.

4 Ibidem., p. 222.

El contexto en el que se desarrolla esta etapa de la denominada

socialdemocracia clásica se caracteriza fundamentalmente por el auge y la

expansión del capitalismo que se presenta a nivel mundial.

En este sentido, el crecimiento económico sostenido que se dio en los países de

Europa después de la Segunda Guerra Mundial, fomentado entre otras cosas

por el apoyo de Estados Unidos, permitió la instauración del Estado de

bienestar. Un modelo político y social que permitió a la socialdemocracia

expresar sus ideales.

Para el británico Charles Anthony Raven Crosland5, los cinco elementos que

componen el paradigma socialdemócrata clásico son:

a) El liberalismo político: la aceptación de las instituciones liberaldemocráticas.

b) La economía mixta: la coexistencia de la propiedad privada de los

medios de producción y de un control público de la actividad

económica a través de la planificación.

c) El Estado de bienestar: la ejecución de políticas sociales tendientes a

distribuir la riqueza de una forma más equitativa, mitigando los

efectos del mercado, y a promover la justicia social, corrigiendo los

desequilibrios económicos.

d) El keynesianismo: la ejecución de políticas económicas tendientes a

lograr pleno empleo, salarios elevados, estabilidad de precios y

aumento del gasto público.

5 El libro clásico de este autor se titula El futuro del socialismo y fue escrito en 1956.

e) El compromiso con la igualdad social.

Durante este periodo la socialdemocracia logró grandes éxitos. No sólo en

términos de victorias electorales, sino también respecto a la difusión de su

modelo: conjunción de la democracia liberal, el capitalismo y el bienestar social.

Entre los más destacados dirigentes políticos de estos años se encuentran: el

Primer Ministro sueco Olof Palme (1969-1976, reelegido en 1982); el Canciller

de Austria Bruno Kreisky (1970-1983) y; el Canciller alemán Willy Brandt

(1969-1974).

Para este entonces, la socialdemocracia clásica se define como la forma de

organización obrera más extendida en el capitalismo democrático; como la

única fuerza política de izquierdas que ha podido demostrar un récord de

reformas a favor del bienestar de los obreros.6

Continuando con la estrategia política de establecer y fortalecer a partidos

interclasistas, la socialdemocracia clásica buscó la integración social del

electorado para obtener el mayor número de votos posible. Es decir, buscó el

apoyo fuera de la clase obrera. Así, esta búsqueda de aliados se arraigó a partir

de entonces como una táctica inherente al electoralismo.

Ello también respondió a la evolución numérica de la estructura de clases en

las sociedades modernas, lo cual exigía propuestas más amplias y diversas. Los

partidos socialdemócratas dieron así un nuevo contenido a sus plataformas.

Las alianzas más allá de la clase han de basarse en la convergencia de los

intereses económicos inmediatos de la clase obrera y los de los otros

grupos. Los socialdemócratas tienen que ofrecer créditos a los pequeños

burgueses, pensiones a los empleados y funcionarios, salarios mínimos a

6 Adam Przeworski, Capitalismo y socialdemocracia, Alianza Editorial, Madrid, 1988, p.11.

los obreros, protección a los consumidores, educación a los jóvenes,

descuentos familiares a las familias...Tal convergencia no puede existir de

manera que refuerce la cohesión y la combatividad de los obreros contra

las otras clases. Cuando los socialdemócratas amplían su llamado, se ven

obligados a prometer luchar no por unos objetivos específicos de los

trabajadores como clase, sino sólo por aquellos que los obreros

comparten como individuos con otros miembros de otras clases...Lo que

se ve comprometido cuando los partidos obreros se convierten en partidos

de masas es el propio principio de la lucha de clases, la lucha entre

colectividades con una cohesión interna...Cuando los partidos

socialdemócratas se convierten en partidos ‘de toda la nación’, refuerzan

su visión de la política como un procesos de definición del bienestar

colectivo de ‘todos los miembros de la sociedad.7

SOCIALDEMOCRACIA

ORIGINARIA

SOCIALDEMOCRACIA

CLÁSICA

META Instauración del socialismo Adaptación y humanización

del capitalismo

CONSIGNA Utilizar el Estado Reformar el Estado

ESTRATEGIA Reformas Reformas

ACTOR Partido policlasista Partido policlasista

TIPO DE

ESTADO

Estado democrático Estado

benefactor/interventor

Más de dos décadas de grandes éxitos llegaron a su fin con la quiebra del

sistema capitalista y el denominado “consenso del bienestar” en los años

setenta. La crisis del petróleo y la consecuente alza de los precios en el mercado

7 Ibidem.,pp. 39 y 40.

desencadenaron una recesión económica, que finalmente expresó el fin de los

años dorados del capitalismo.

El modelo de crecimiento económico que había financiado al Estado de

bienestar desde el fin de la Segunda Guerra Mundial mostró sus límites8, lo que

condujo a la implantación de un nuevo modelo: el neoliberal.

A escala doméstica la crisis del Estado de bienestar fue insostenible. Si bien a

nivel ideológico comenzaba la ofensiva del discurso conservador contra la

viabilidad de un Estado interventor, la realidad también mostraba las fallas y el

agotamiento de las políticas de bienestar económico y social.

Algunos de los problemas que se presentaron fueron: el aumento excesivo de

los gastos públicos, los índices elevados de inflación, el aumento de la deuda

pública, la ineficiencia de la burocracia, la pérdida de competitividad de las

empresas públicas, etc.

El establecimiento de gobiernos de centro derecha en la década de los ochenta,

como los encabezados por Margaret Thatcher en Gran Bretaña (1979-1990),

Ronald Reagan en Estados Unidos (1981-1989) y Helmut Kohl en Alemania

(1982-1998), marcó el derrumbe del paradigma socialdemócrata clásico.

El nuevo modelo neoliberal propugnó por el adelgazamiento del Estado y la

mayor intervención del sector privado en la economía. A partir de entonces el

motor del crecimiento económico de los países se basó en el comercio

internacional. Asimismo, se promovieron políticas de privatización,

liberalización y desregulación como los nuevos ejes del desarrollo económico.

8 Ver el estudio Los límites del crecimiento elaborado por el Massachusetts Institute of

Technology en 1972.

La instauración de este modelo se justificó erróneamente en las supuestas

fallas y excesos del Estado de bienestar. Para los neoliberales el Estado se

presentaba como el gran culpable de la quiebra del sistema capitalista.

Ciertamente el modelo económico de los años de posguerra se había agotado,

no obstante, no sólo se trataba de la caducidad de ciertas políticas del Estado

benefactor. También la globalización económica, desencadenada con gran

fuerza a partir de la década de los ochenta, planteaba nuevos escenarios,

nuevos retos y nuevas exigencias.

La tercera vía (1998-2006)

Ante este nuevo panorama, la socialdemocracia respondió una vez más con una

propuesta alternativa: la tercera vía. Una tercera vía que se ubicó entre el

modelo socialdemócrata clásico y el modelo neoliberal. En palabras de su gran

ideólogo, Anthony Giddens:

...la “tercera vía” se refiere a un marco de pensamiento y política

práctica que busca adoptar la socialdemocracia a un mundo que ha

cambiado esencialmente a lo largo de las dos o tres últimas décadas. Es

una tercera vía en cuanto que es un intento por trascender tanto la

socialdemocracia a la antigua como el neoliberalismo.9

En términos generales, se trató de un proyecto de centro-izquierda para

renovar la socialdemocracia en el marco de la globalización y para responder a

la ola neoconservadora. En Europa y Estados Unidos los gobiernos que

representan esta tendencia son: el británico encabezado por Tony Blair y su

“Nuevo Laborismo” (1997); el alemán con Gerhard Schröder y su “Nuevo

Centro” (1998) y; el norteamericano dirigido por el demócrata William Clinton

(1993-2001).

9 Anthony Giddens, La tercera vía. La renovación de la socialdemocracia, 1998, p. 38.

Estos gobiernos aceptaron las condiciones de disciplina fiscal, estabilidad

macroeconómica y reformas políticas que demandaba el neoliberalismo. Sin

embargo, fieles a los principios y valores socialdemócratas, también fueron

capaces de mantener la esencia del modelo: a) un Estado socialmente

responsable, b) un Estado como regulador último de la economía y c) el

compromiso con el bienestar social de las mayorías.

En este sentido, dichos gobernantes fueron tildados de pragmáticos y en

algunos casos duramente criticados. En otros países se mantuvo una tendencia

más tradicional. Tal es el caso de la Francia gobernada por el socialista Lionel

Jospin (1997-2002), quien calificó la tercera vía de Blair y Schröder como un

neoliberalismo disfrazado.

A pesar de estas distintas versiones de gobiernos de centro-izquierda en Europa

y Estados Unidos, puede afirmarse que todos promovieron los mismos ejes

programáticos: la reconstrucción del Estado hacia un nuevo Estado

democrático, social e inversor; el impulso de una sociedad civil más activa; el

establecimiento de una economía mixta y; la promoción de valores como la

igualdad, la justicia, la responsabilidad y la inclusión.

SOCIALDEMOCRACIA

CLÁSICA

TERCERA VÍA

META Adaptación y humanización

del capitalismo

Democratización del

capitalismo mundial

CONSIGNA Reformar el Estado Reformar el Estado

ESTRATEGIA Reformas Reformas

ACTOR Partido policlasista Partidos policlasistas y

sociedad civil

TIPO DE ESTADO Estado

benefactor/interventor

Estado regulador e inversor

En conclusión, la socialdemocracia renovada logró afirmarse como una

alternativa progresista frente a las tendencias conservadoras que han avalado

el desarrollo desigual entre los ricos y los pobres en un contexto de

trasnacionalización económica.

Asimismo, se ha preservado la idea de un Estado social democrático que

garantice los derechos y el bienestar de los ciudadanos. No obstante, para

muchos, el movimiento socialdemócrata ha perdido la voluntad de

transformación, dedicándose únicamente a resolver los problemas inmediatos.

En Estados Unidos, los denominados “nuevos demócratas” describieron esta

tercera vía como por medio de la Declaración del Nuevo Progresismo publicada

por el Consejo de Liderazgo Demócrata en 1996. En ella, los “nuevos

demócratas” planteaban que:

...el surgimiento de nuevos mercados globales y de la economía del

conocimiento, junto al fin de al guerra fría, ha afectado la capacidad de

los gobiernos nacionales para controlar la vida económica y proporcionar

una gama de prestaciones sociales en continuo crecimiento. Tenemos que

crear un marco diferente, que evite tanto el Gobierno vertical,

burocrático, auspiciado por la vieja izquierda como la aspiración de la

derecha a desmantelar el Estado en su conjunto.10

A partir de esta propuesta, se destacaron los pilares del nuevo progresismo

ubicados en: la igualdad de oportunidades, la responsabilidad personal y la

movilización de ciudadanos y comunidades. En esta tendencia se propone que

las políticas públicas ya no estén dirigidas a la redistribución de la riqueza,

sino más bien a la creación de ésta.

10 Anthony Giddens, La tercera vía y sus críticos, Taurus, México, 2001, p. 12.

Es decir, “en lugar de ofrecer subsidios a las empresas, el Gobierno debería

promover condiciones que llevan a las compañías a innovar y a los trabajadores

a ser más eficientes en la economía global”.11 Estas ideas estuvieron animadas

e implementadas por el presidente Bill Clinton.

Por lo que respecta al desarrollo de esta filosofía política en Reino Unido como

ya se mencionó, fue el Partido Laborista bajo el liderazgo de Tony Blair, quien

impulsó la idea del Nuevo Laborismo desarrollando, de esta forma, la tercera

vía. Los defensores de la tercera vía en Reino Unido aceptaron que algunas

reformas neoliberales realizadas fueron necesarias para impulsar la

modernización, sin embargo, surgieron amenazas a la cohesión social por el

surgimiento de mercados sin regular.

El punto en el que coinciden los Nuevos Demócratas y los Nuevos Laboristas es

en la especial atención aplicada a la vida familiar, a la criminalidad y a la

decadencia de la comunidad. Ellos consideran que los trastornos familiares dan

lugar a un comportamiento antisocial y a la criminalidad, por lo tanto, la

tercera vía sugiere que es posible combinar la solidaridad social con una

economía dinámica, meta que debería ser alcanzada por los socialdemócratas

contemporáneos. Para alcanzar esta meta se exhorta a fomentar menos el

gobierno nacional y el central, pero tener mayor gobernancia sobre los procesos

locales.12

En suma, los partidarios de la tercera vía consideran que la globalización

económica ha vuelto obsoleto el estatismo de la vieja izquierda. Por ello Giddens

propone que los socialdemócratas modernizadores deben estimular la

colaboración internacional en cinco áreas básicas: la gobernancia de la

economía mundial, la gestión ecológica global, la regulación del poder

11 Íbidem, p. 13.

12 Íbidem, pp. 14-15.

corporativo, el control de las guerras y el fomento de la democracia

transnacional.13

La socialdemocracia en México

En América Latina, el movimiento socialdemócrata es muy joven. La

Internacional Socialista –la agrupación internacional que reúne a los partidos

políticos de centro-izquierda de todo el mundo, fundada en 1951- inició

relaciones formales con América Latina y el Caribe hasta el año 1976, año en

que se celebró la Conferencia de Dirigentes Políticos de Europa y América en Pro

de la Solidaridad Democrática Internacional, en la ciudad de Caracas,

Venezuela. Un año después se creó el Comité Latinoamericano de la

Internacional Socialista y en 1980 se celebró la Primera Conferencia Regional

para América Latina y el Caribe de la Internacional Socialista en Santo

Domingo.

En el caso de México, podemos afirmar que no existe una gran tradición

socialdemócrata. Durante los 70 años de hegemonía del PRI, en un período que

arbitrariamente podemos situar entre 1929 y 1982, prevaleció lo que podríamos

llamar el “Nacionalismo Revolucionario”, un modelo que recogía las ideas de

reivindicación de la Revolución Mexicana acompañadas del modelo del

Desarrollo Estabilizador y cohesionadas por un profundo estatismo, cuyo

centro era el presidencialismo, que permitía el control político, social y

económico del país. Al lado de esa “izquerda oficial” se desarrolló una izquierda

que se abrevaba en la tradición del Marxismo-Leninismo y que durante los años

clandestinidad no tuvo oportunidad de crecer.14

13 Ibidem., p. 135

14 Alejandro Chanona, “La opción socialdemócrata y su viabilidad en México”, en: Nueva Visión Socialdemócrata.

Hacia un Proyecto Socialdemócrata de Nación, núm. 1 y 2, julio-diciembre de 2005, p. 11.

Sería hasta la irrupción del proyecto neoliberal en 1982, con su posterior

consolidación durante las administraciones de Carlos Salinas (1988-1994), y

Ernesto Zedillo (1994-2000) que la izquierda se unió en torno a un proyecto

encabezado por quienes habían defeccionado del priísmo neoliberal.

En consecuencia, la socialdemocracia como movimiento político en México tiene

antecedentes bastante recientes a pesar de la existencia de movimientos

progresistas que en su momento contribuyeron a llevar a cabo un conjunto de

reformas sociales a favor de ciertos sectores de la población.

Asimismo, la experiencia de la izquierda mexicana en el gobierno es muy corta:

el primer gran triunfo se obtuvo hasta el año de 1997, cuando el Partido de la

Revolución Democrática (PRD) ganó las elecciones para gobernar la Ciudad de

México.

En términos formales, los partidos políticos identificados con la doctrina

socialdemócrata surgen en el año 2000. Tal es el caso de Convergencia y

Democracia Social, si bien el PRI y el PRD se han autodefinido como

Socialdemócratas al igual que el partido Alternativa Socialdemócrata y

Campesina de reciente creación.

La plataforma de los partidos políticos socialdemócratas debe ser progresista y

moderna, teniendo como meta la fundación de una sociedad justa, libre y

tolerante en el marco de nuestra propia realidad. “Para ser una opción en

México, la Socialdemocracia tiene que ofrecer soluciones a los problemas que

aquejan al país; a partir no sólo de sus enunciados ideológicos, sino a través

de sus propuestas y de un buen Gobierno que de resultados.”15

En México, la socialdemocracia “tiene que enfocarse a tres temas principales: la

consolidación de la transición democrática; la edificación de un modelo

15 Ibidem. p. 12

económico que garantice un desarrollo incluyente y equitativo; y la

construcción de una posición frente a los problemas mundiales,

particularmente los que están asociados a la globalización”.16

16 Idem.

Fuentes

Aguirre Pedro, La alternativa socialdemócrata, Colección Grandes Temas,

Fundación por la Socialdemocracia de las Américas, A. C., México, 2001,

219pp.

Bernstein, Eduard, Las premisas del socialismo y las tareas de la

socialdemocracia. Problemas del socialismo. El revisionismo en la

socialdemocracia, 1ª edición en español, Siglo XXI, México, 1982, 324pp.

Giddens, Anthony, La tercera vía. La renovación de la socialdemocracia,

Taurus, México, 1999, 198pp.

Giddens, Anthony, La tercera vía y sus críticos, Taurus, México, 2001, 203pp.

Perona, Ángeles J., Entre el liberalismo y la socialdemocracia, Anthropos

Editorial del Hombre, Barcelona, 1993, 248pp.

Przeworski, Adam, Capitalismo y socialdemocracia, Alianza Editorial, Madrid,

1988, 293pp.

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